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El robo de teléfonos móviles es uno de los delitos más comunes de nuestras calles. Solo en Estados Unidos se roban cada año más de un millón de terminales y, por eso, los fabricantes están dispuestos a ponerle trabas a los amigos de lo ajeno.
Si bien cada vez son más los sistemas y aplicaciones que permiten bloquear el teléfono o incluso rastrear su posición, se prevé incrementar la seguridad de todos mediante sistemas comunes.
Madrid quizás sea una ciudad idónea para poner como ejemplo. En 2012 se “perdieron” en la capital 2.399 móviles, y a buen seguro algunos aparecieron en la oficina de objetos perdidos pero la gran mayoría fueron robados o quienes los encontraron no tuvieron entre sus ideas devolverlos a sus dueños.
Es un buen motivo para que la Asociación de la Industria de Telecomunicaciones de Estados Unidos (CTIA) firme un acuerdo para que a partir de 2015 los teléfonos incorporen el mismo sistema antirrobo.
Esto supone que los móviles incorporarían la posibilidad de quedar inutilizados cuando el propietario lo decida, posibilitando el borrado de datos y también la recuperación de todos si el dueño decide hacerlo a posteriori. Todo, sin recargo.
Esto no solo evitaría que el teléfono se restaurara por parte de los ladrones sin el permiso del propietario.
Resumen:
- Borrado remoto de los datos del propietario del móvil (eliminación de la información personal que se añade después de la compra, como contactos, fotos, emails, etc).
- Imposibilidad de uso del smartphone a un usuario no autorizado salvo teléfono de emergencia o números autorizados por el propietario.
- Prevenir la reactivación sin el permiso del usuario autorizado (incluyendo intentos de restablecimiento de fábrica).
- Recuperación del teléfono y restauración de los datos.
Vía: El País
Más información: CTIA
