Han tenido que pasar siete días o lo que viene siendo una semana para que me sentara frente al teclado con el espíritu más o menos sosegado y poder contar esta “experiencia” de una forma… digamos reposada y digna, para relatar todos los detalles de la historieta sin tampoco hacerla muy extensa.
Y es que tras recibir la última factura de mi operadora (Vodafone) pasé de la sorpresa a la indignación y luego sin tiempo para reflexión a empezar a rezumar odio en plan visceral, vamos que me salía de las mismísimas entrañas. Y si cuento todas estas cosas con cierta ligereza, socarronería y soniquete de humor, sólo es para espantar los malos espíritus, porque creedme, la mala leche me sigue ardiendo por dentro.
La susodicha factura asciende a 704 euros algo extraordinariamente anormal para una persona que en los últimos 10 meses no ha pagado más de 50 ó 60 euros mensuales. “