En Yoigo están que tiran cohetes, y la verdad, la cifra de 175.000 clientes que han alcanzado en 6 meses no es para menos. Y es que las tarifas bajas siguen tirando mucho, y por muy creativa publicidad, es lo que hace que la gente se mueva hacia un lado u otro. La misma fórmula que en su día practicó Amena, ha funcionado también en el caso de Yoigo.
Y lo que llama mucho la atención es que, a diferencia del caso de Amena en su lanzamiento, la mitad de los clientes de Yoigo son de contrato. Que no está nada mal. El reto (grande, enorme) que quieren afrontar desde la operadora es, además de seguir restando clientes a otras compañías, abordar el mercado empresarial. Y ése es un hueso duro de roer.