No llegaremos a hablar de ello más que del próximo Madrid-Barça pero la subasta de frecuencias móviles puede llegar a tener casi tanto interés.
Basta con que nos empapemos un poco para desear sacar el tema en cuanto podamos, con el permiso de Leo y Cristiano.
Para empezar, es un buen proceso para que el Estado pueda conseguir fondos para sus maltrechas arcas. En esta ocasión la cantidad ha sido de 1.650 millones de euros, que no han sido ni de cerca los 2.000 que se esperaban conseguir.
Las pujas no han sido muy altas en comparación de los precio de salida, dado que éste fue en total de 1.453 millones.
Movistar, Orange y Vodafone han logrado el número máximo de frecuencias en 800 y 900 MHz.
Movistar ha invertido 668 millones; Vodafone ha comprado frecuencias por 517 millones y Orange ha pagado 437 millones.
Del resto de los 11 operadores que pujaban por licencias regionales, Ono ha pagado 13,3 millones, por los 6 millones que ha invertido Jazztel. Euskaltel, en País Vasco y Navarra (2,4 millones); R en Galicia (1 millón), Telecom Castilla La Mancha (598.000 euros) y Telecable en Asturias (708.000 euros) se han hecho con frecuencias en sus regiones de origen.
En el fichero adjunto de “Más información”, del Ministerio de Industria se pueden ver los ganadores de los bloques en detalle.
Al final, ha quedado desierto y sin adjudicación un bloque de 900 MHz y varios bloques de 2,6 GHz. El motivo principal es su alto precio.
A la segunda va la vencida
Después del verano el Gobierno tiene intención de hacer una nueva subasta con la que seguir adjudicando frecuencias desiertas y así además conseguir más dinero y, quizás, llegar a los mencionados 2.000 millones de euros.
No es complicado dado que a los 1.650 millones de euros recaudados se le suman los 186 millones que pagaron Orange y Yoigo en junio omo adjudicatarios de concursos en la banda de 900 MHz y de 1.800 MHz, respectivamente.
El importe que restaría por tanto, no será difícil de conseguir.
Más información: Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y El País