Lo primero que pienso cuando un amigo me dice que está subscrito a un servicio de alertas para móvil o incluso a una empresa que le promete recibir cada día mensajes de alta calidad informativa es que:
- Le va a llegar la factura de su vida y a lo mejor ni se lo espera.
- No sería capaz de decirnos claramente el precio de ese servicio.
- Le están haciendo el lío prometiéndole todo tipo de ventajas irreales.
En definitiva, se ha hecho abducir por colores y melodías de empresas que aprovechan la legalidad para ejercer un lucro rápido. Te suscribes a un servicio que te cobra por cada mensaje que recibes independientemente de su valor real.
Y es que los mensajes cortos de móvil denominados premium tienen un coste mucho más elevado que el de un mensaje convencional y su regulación es confusa…