Este año las operadoras han tocado fondo con sus promociones de Navidad, tradicionalmente ambiciosas, atractivas y según qué caso, hasta ventajosas. Pero este año han pasado olímpicamente de complicarse la vida.
Orange ha hecho un refrito de una mediocre promoción que ya hacía aguas en verano. Vodafone ha tirado por la calle del medio con una promo que «ni fú ni fá». Y Movistar… bueno, hemos hablado poco de lo que proponen a sus millones de clientes.
Vaya de antemano que la promoción nos parece para encogerse de hombros y resoplar, que es la reacción contraria a la que persiguen estas promos de temporada, especialmente las de Navidad (porque tradicionalmente todos picamos y la contratamos, porque parece que te lo pide el cuerpo).
«Esta Navidad premiamos la confianza de nuestros clientes», dicen los de azul.