El creciente uso de Internet en el móvil hace necesarias todo tipo de estrategias para que los datos de nuestra tarifa no se agoten.
Así conseguiremos que no nos cobren por el exceso de uso o bien que la velocidad no baje a ritmos de tortuga resacosa.
Basta ya de sudores fríos por no poder descargar el último email donde tu ligue te dice que tiene frío sin ti, paremos la falta de oportunidad de abrir la web de las noticias del día, justo cuando el titular es “La crisis ha acabado”.
Dispone de una versión en pruebas (beta) con el objetivo de reducir el consumo de datos. Activarla es fácil.
Entramos en el menú de Chrome-> Configuración->Gestión de ancho de banda->Reducir uso de datos. A partir de ahí las webs se comprimirán a través de los servidores de Google, con la consiguiente reducción de la privacidad. Interesante además porque las propias páginas visitadas son escaneadas por Google en busca de software malicioso. No probar cuando la búsqueda es “cómo hacer que Google pierda dinero“.
Un aspecto muy visual, con especialización en HTML5 y un rendimiento muy recomendable.
El preferido de muchos, de estilo “holo” y con una rapidez inigualable. Ligero, rápido y con muchas actualizaciones.
Poco conocido pero con altas prestaciones y velocidades más que aceptables. Dispone de pestañas al estilo de Chome y modo privado o gestor de descargas.
Es el pionero de los navegadores con poco “peso” y el que ha inspirado al resto. El modo “turbo” permite reducir el uso de datos hasta en un 90% gracias a su compresión de webs.
Con una rapidez exquisita, si bien es de pago pasados 14 días. Incluye, además, un trackpad virtual. Quizás no sea 500 veces más rápido que Chrome, como dicen sus creadores, pero es altamente veloz.
Es una versión “mini” del navegador chino “UC” y la reducción de características le hace mucho más rápido, aunque con un aspecto visual no tan atractivo como otros.
Tiene, además, una opción de “incógnito” y aporta imágenes de menos calidad que redundan en en mayor velocidad.
Vía: El Androide Libre