por 
Orange sigue en caída libre. Lo hemos destacado, analizado, comentado y repetido unas cuantas veces en los últimos meses. Nada de lo que hacen o intentan parece funcionar. En el último informe de portabilidades de la CMT, los de naranja han vuelto a perder clientes. Sí, una vez más.
Pero lo más grave, es que la propia CMT acaba de «descontarle» nada menos que 750.000 clientes que al parecer se encontraban inactivos. Tarjetas activadas en el pasado que nadie utilizaba. Menudo palo.
Es evidente que Orange necesita un cambio radical y un giro absoluto en su política comercial y de márketing. Porque estamos asistiendo a la muerte de un enfermo terminal que no reacciona ni con electro-shocks.
Y es que la idea de «operador global» que tanto insisten en transmitir no conecta en absoluto con sus clientes de móvil, especialmente con los de prepago, que están más por las tarifas bajas, programas jugosos que faciliten la renovación de los terminales, los descuentos por grupo, los bonos, etc. Lo normal. Y claro, eso es justo lo que están ofreciendo las empresas de la competencia. Incluso Movistar.
