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Mucho se ha hablado de la caída del imperio SMS y el uso creciente de la mensajería instantánea gratuita.
A pesar de ello, hemos tenido que esperar a 2012 para ver cómo el número de mensajes enviados a través de los nuevos sistemas y aplicaciones supera a los SMS.
Según un reciente estudio de «Informa», el año pasado supuso que fueran enviados 19.000 millones de mensajes en las aplicaciones «alternativas» y 17.600 millones de SMS.
Esto, además, representa una caída de 15.000 millones de euros en los ingresos por SMS en todo el mundo.
Se espera que 2014 sea aún más espectacular en cuanto a cifras. El envío en esa fecha irá hasta los 50.000 mensajes gratuitos, frente a unos 21.000 SMS.
Es paradójico, dado que los SMS también aumentarían, puesto que no todo el uso de este tipo de mensajería se realiza a través de teléfonos inteligentes (smartphones) con tarifas de datos, que sí son necesarios para el uso de Whatsapp o Line.
No parece funcionar que los operadores traten de mantenerlo con bonos de SMS incluidos en sus tarifas e incluso creando sistemas propios de mensajería.
Ni aunque traten de justificarse diciendo que lo que dejan de ingresar por SMS lo compensan con las tarifas planas de datos móviles.
Es un fuerte revés a sus intereses, dado que hasta hace poco un SMS era aproximadamente 600 veces más rentables que una llamada perdida.
Lo que el usuario no va a hacer es dejar de usar un sistema nuevo, gratuito o que compensa mucho más, no solo por su precio sino por su facilidad de uso y operatividad.
Aplicaciones como Whatsapp o Line permiten enviar tantos mensajes como se quiera en tiempo real y de forma privada a otras personas, mensajes de voz, archivos, imágenes o vídeos.
Vía: Europapress y BBC
