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Facebook no es gratis por mucho que nos la quieran meter doblada a la hora de registrarnos. La aceptación de sus condiciones de uso y la bajada de pantalones que implica hacerlo le viene pero que muy bien al buen amigo Mark. ¿Para qué obligarnos a pagar por algo por lo que ya obtiene beneficios?
Seguro que tendría muchos menos usuarios y las empresas le pagarían menos por menos cantidad de información. Ya se lleva una buena tajada por jugar con nuestros datos y vidas. ¿No oyes su risa maliciosa a lo lejos desde su piscina?
Eso sí, facilitar más información de lo que creemos está más que aceptado por nosotros al darnos de alta en su red social. Lo que no podemos hacer es no leernos las condiciones, registrarnos, contar nuestra vida y luego sorprendernos y quejarnos. Solo en 2013, Facebook ingresó alrededor de siete dólares por cada usuario.
La razón es que Mark cede a sus miles de anunciantes los datos personales de esos usuarios para que se les manden anuncios adaptados a sus supuestas necesidades. Y si no las tienes, ya se encargarán de creártelas: «Quiero venderte esto, ya me encargaré de que creas necesitarlo». Lo único que hace Facebook es no trasladar quiénes son esos usuarios a esas empresas, sino que simplemente les indica qué necesidades tienen X miembros para que según esas necesidades se adapten unas tipologías concretas de anuncios.
Si te quejas dándole al aspa superior derecha de los anuncios, Facebook tiene la buena voluntad de preguntarte qué quieres ver y te sugiere diferentes tipo de anuncios para que los filtros sean «mejores». En el momento que decidamos acudir a las preferencias de los anuncios se nos permitirá quitar todo menos tres categorías: género, edad y residencia. Al fin y al cabo, Facebook nos ha permitido registrarnos gratis, solo faltaba que no pudiera lucrarse con ello. Las cookies y el rastreo de nuestra experiencia de navegación son el pan de cada día de la red social.
Somos pocos los que tiramos de alguna que otra web que nos permite darnos de baja de ciertos anuncios que se basan en nuestras cookies.
Si eres un usuario de doctorSIM que accede a Facebook desde su móvil debes tener en cuenta que rastrean todo lo que haces desde el teléfono: desde tu ubicación hasta el uso que haces de aplicaciones con las que tienen acuerdos. Sus redes y tentáculos son más largos que los brazos de tu nuevo rollito.
Lo más gracioso es que Mark se vanagloria de no vender nuestros datos, sino que le da la vuelta a la tortilla y dice que lo que hace es ganar dinero con ellos…
Vía: Expansión
Más información: Facebook
